La cumbre del G-20 que se ha reunido en Londres para buscar soluciones a la grave crisis financiera y económica que sufre el mundo, ha decidido crear una superagencia de supervisión de las operaciones financieras e inyectar un billón de doláres adicional (743.000 millones de euros) a los organismos financieros internacionales para tratar de frenar la crisis económica. También han discutido sobre la necesidad de terminar con los paraísos fiscales, que tienen miles de billones de dólares en depósito, no están dirigidos a la inversión en economías productivas y escapan al gravamen de los impuestos.
A la espera de que se vayan conociendo más detalles, parece que los países que conforman el grupo, entre ellos España -representan más del 80% del PIB mundial-, han avanzado firmemente en la definición de estrategias que permitan parar la sangría económica que estamos sufriendo. Para el presidente francés, Sarkozy, se ha ido incluso más lejos de lo que se presumía inicialmente.
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Todo esto es una buena noticia, porque puede generar la confianza que falta en el mundo financiero. Ese es el valor máximo imprescindible para que este mercado tan sensible funcione con normalidad. Sin ella no podremos salir del pozo, porque no habrá dinero para financiar la economía productiva ni el consumo. Y sin esto, el paro, la marginación y la pobreza estarán llamando a la puerta de las familias y personas insistentemente. Si se consigue establecer esa confianza necesaria podremos decir que el éxito de la cumbre londinense ha sido total. De lo contrario, deberemos seguir pensando en el fracaso de la sociedad internacional para dar respuesta unitaria a la primera crisis global que nos acompaña desde hace meses.
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Por otro lado, la presencia de los grupos alternativos a la globalización, han hecho acto de presencia protestando airadamente en Londres estos días, como es habitual cuando hay reuniones del más alto nivel de representantes de aquellos países que lideran la globalización económica.
La policía británica ha reprimido sus protestas con contundencia. Ha habido un muerto, aunque se considera debido a algún fallo cardíaco, y no a la actuación directa de las fuerzad del orden.
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Queda todo por hacer, pero esta cumbre ha podido significar el primer paso hacia la constitución de un nuevo orden mundial de la economía y las finanzas. Veremos qué nace de este doloroso parto.
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2 comentarios:
Estos demócratas de pacotilla, oligarcas del mundo global, nos están llevando a la ruina. Es necesario levantarse para que la bota del capital no nos siga oprimiendo. Los alterglobalización deben tener más protagonismo en los medios de comunicación, especialmente en lo que son sus programas y no sólo en los actos de vandalismo que es cosa de unos pocos.
Tanto dinero para los mismos, para los banqueros, no conseguirá sacarnos de la ruina. Sería mejor poner ese dinero a disposición directa de las empresas que están en la economía productiva. Los bancos sólo lo utilizarán para tapar sus miserias.
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