El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha realizado una renovación de su Ejecutivo, antes de que se haya cumplido el primer aniversario del que formó en abril de 2008, tras su victoria electoral del 9 de marzo del mismo año.
Serán cinco caras nuevas las que se sentarán en la mesa del Consejo de Ministros a partir de ahora. El cambio más importante, motivado por la intensidad de la crisis económica, gira alrededor del cese del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, baluarte de la política económica de Zapatero desde que el PSOE regresó al poder en marzo de 2004. Será sustituido por Elena Salgado, que era titular de la cartera de Administraciones Públicas.
Por otro lado, el hasta ahora presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se convierte en vicepresidente tercero de Coordinación Territorial, con el fin de poner orden en las relaciones de confrontación habitual entre el poder central y las Comunidades Autónomas, debido, especialmente, al trasvase a los entes territoriales de nuevas competencias y su financiación. Para muchos, esta solución no será viable porque su misión de árbitro estará contaminada por haber sido presidente de Andalucía los últimos 19 años.
También se va la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que ha sido diana del "pim, pam, pum" de la oposición durante mucho tiempo, sustituida por el vicesecretario general del PSOE, José Blanco. A su vez, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera deja su puesto al hasta ahora presidente del Consejo de Rectores y rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo. El ministro de Sanidad, Bernat Soria, será sustituido por Trinidad Jiménez, que estaba ejerciendo de secretaria de estado para Iberoamérica, y que también gestionará las Políticas Sociales. Cultura, dirigida por César Antonio Molina, pasa a manos de Ángeles González-Sinde, hasta ayer presidenta de la Academia de Cine.
Parece que, con estos cambios -se mantiene la paridad entre hombres y mujeres-, lo que Zapatero pretende es dar más contenido político a su Gobierno, cambiar el ritmo y dotarlo de un mayor impulso para poder acometer los grandes desafíos que la crisis económica provoca.
Parece que el presidente del Gobierno ha reflexionado y visto que aquel Ejecutivo formado en abril del pasado año, antes de que se conociera la profundidad de la crisis, ni era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a ella. Demasiados independientes, poco conocidos algunos de ellos, sin liderazgo político. Zapatero se ha dado cuenta de que este reto no puede cargarlo exclusivamente sobre sus espaldas, y ha decidido compartir el peso con el partido socialista, del que es su secretario general, especialmente representado en el nuevo Gobierno por tres auténticos pesos políticos: Manuel Chaves, presidente del PSOE, José Blanco, vicesecretario general, y Trinidad Jiménez, que ha ocupado silla en la Ejecutiva Federal, una de las primeras personas que apoyó a Zapatero en la plataforma Nueva Vía cuando se hizo con las riendas del partido en el Congreso de julio de 2000.
En todo caso, pienso que no ha sido suficientemente reforzada la componente política del Gobierno. Siguen existiendo muchos ministros que, tal vez sean buenos gestores, pero hoy por hoy no dan el perfil político tan necesario para estos momentos delicados que vivimos. El presidente del Gobierno pudo haber sido un poco más audaz y haber cambiado a alguno más de estos ministros e, incluso, haber fusionado algunas carteras como la de Vivienda -competencias transferidas a las Comunidades Autónomas- en Fomento, o la de Igualdad, que pudo haberse integrado con Sanidad y Políticas Sociales.
Parece que, con estos cambios -se mantiene la paridad entre hombres y mujeres-, lo que Zapatero pretende es dar más contenido político a su Gobierno, cambiar el ritmo y dotarlo de un mayor impulso para poder acometer los grandes desafíos que la crisis económica provoca.
Parece que el presidente del Gobierno ha reflexionado y visto que aquel Ejecutivo formado en abril del pasado año, antes de que se conociera la profundidad de la crisis, ni era lo suficientemente fuerte para enfrentarse a ella. Demasiados independientes, poco conocidos algunos de ellos, sin liderazgo político. Zapatero se ha dado cuenta de que este reto no puede cargarlo exclusivamente sobre sus espaldas, y ha decidido compartir el peso con el partido socialista, del que es su secretario general, especialmente representado en el nuevo Gobierno por tres auténticos pesos políticos: Manuel Chaves, presidente del PSOE, José Blanco, vicesecretario general, y Trinidad Jiménez, que ha ocupado silla en la Ejecutiva Federal, una de las primeras personas que apoyó a Zapatero en la plataforma Nueva Vía cuando se hizo con las riendas del partido en el Congreso de julio de 2000.
En todo caso, pienso que no ha sido suficientemente reforzada la componente política del Gobierno. Siguen existiendo muchos ministros que, tal vez sean buenos gestores, pero hoy por hoy no dan el perfil político tan necesario para estos momentos delicados que vivimos. El presidente del Gobierno pudo haber sido un poco más audaz y haber cambiado a alguno más de estos ministros e, incluso, haber fusionado algunas carteras como la de Vivienda -competencias transferidas a las Comunidades Autónomas- en Fomento, o la de Igualdad, que pudo haberse integrado con Sanidad y Políticas Sociales.
Echamos de menos, por otra parte, a personas que todavía tienen mucha capacidad personal y un gran peso político en el socialismo español y hubieran sido necesarios para abordar este nuevo tiempo de zozobra. Nos acordamos de personalidades como Manuel Marín, Enrique Barón, Jesús Caldera, José Borrell... Tal vez tengan que sentarse en la mesa del Consejo en el futuro y, entonces, será muy mala señal.
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4 comentarios:
Esto es lo que opina EL BUHO NEGRO en su post de ayer sobre Zapatero y el cambio de gobierno:
"Seis cambios ministeriales que suponen modificaciones en un tercio del Ejecutivo. Lo más importante de esta renovación está en que el presidente muestra su necesidad de apoyarse más en el Partido para afrontar los grandes retos -¿rebajas laborales y en seguridad social a la vista?-que la crisis económica impone. Para ello, da más contenido político a su gobierno, fichando a Chaves -presidente de la Junta de Andalucía, presidente del PSOE y secretario general de los socialistas andaluces- para vicepresidente tercero para la Coordinación Territorial. Premia a su gran colaborador desde el año 2000, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, para que asuma la cartera de Fomento. Y llama a Trinidad Jiménez al ministerio de Sanidad y Políticas Sociales, otra de sus grandes apoyos en la carrera política de ZP desde que la plataforma Nueva Vía optó y consiguió alzarse con el poder del Partido en julio de 2000.
En segundo lugar, está la designación de Elena Salgado como vicepresidenta segunda y ministra de Economía, en sustitución del veterano y reconocido gurú de la materia, Pedro Solbes. Salgado tiene mucha experiencia en la Administración. Es ingeniera industrial y licenciada en Ciencias Económicas. Ha sido ministra de Sanidad y últimamente ministra de Administraciones Públicas. El presidente la considera como muy buena gestora. Sin embargo, desconocemos sus capacidades para dirigir el barco de la Economía, y más cuando éste se encuentra en medio de la galerna que azota a todo el mundo. Lo que sí sabemos es que no todo han sido éxitos en su gestión política: lo último fue sacar la ley antitabaco cuando dirigía el ministerio de Sanidad, aunque no ha conseguido someter algunas rebeliones de comunidades autónomas gobernadas por el PP, como la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. Tampoco ha conseguido poner de acuerdo a las comunidades autónomas en relación con la nueva financiación que se está pactando para ellas, ni evitar las múltiples confrontaciones de estos entes territoriales motivadas por la reforma de sus estatutos de autonomía. Y ya veremos cómo termina el plan de inversiones de 8000 millones de euros que se ha puesto en marcha por vía de urgencia con los ayuntamientos para paliar los efectos del paro por la crisis económica.
Tal vez el presidente deseaba librarse de la tutela de Solbes en esta materia y, para ello, ha colocado a una persona con bajo perfil político que sólo sea gestora de la política económica dictada cada vez más por el mismo Zapatero. Habrá que estar muy atentos a sus actuaciones para poder juzgar su valía en este campo.
El resto de ministerios y traslado de competencias de unos a otros entraban dentro de la lógica política. En todo caso, nos ha parecido limitado el cambio porque la situación exigía más determinación. El gobierno sigue constituido por un núcleo duro, alrededor del presidente, que se ha ampliado con pesos pesados del Partido -el presidente y el PSOE compartirán responsabilidades-, pero las órbitas externas del Ejecutivo sigue adoleciendo de personalidades con muy bajo perfil político. Más de la mitad del Consejo de Ministros está formado por personas independientes, algunos de ellos con poco currículo de izquierdas Son personalidades desconocidas por la mayoría de los españoles. Ni siquiera tienen acreditados éxitos rotundos en la gestión de empresas o en la Administración. Para una situación como la que estamos viviendo, echamos de menos políticos que en otras épocas han demostrado su capacidad, como Jesús Caldera, Manuel Marín, Enrique Barón, Juan Fernando López Aguilar, José Borrel... que podrían dar más solidez a un gobierno para luchar contra la crisis económica.
Por otro lado, la situación en la que se queda el PSOE es preocupante, dado que su secretario general, su presidente y su vicesecretario general, es decir, las personas en quien recae la mayor parte del peso de la acción política socialista, han desembarcado en la mesa del Consejo de Ministros.
Una apuesta muy arriesgada. Si sale mal, Zapatero habrá quemado la mayor parte de las naves en medio del temporal político provocado por la situación económica. ZP tendrá que invocar a los dioses de la suerte. Los va a necesitar... y mucho".
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Me ha parecido muy atinada esta opinion.
Me estoy riendo, 1) porque con el equipucho fichado por D. José Luis, ahora pasaremos a la intertoto. Antes presumía de tener un equipo para la Champions, luego bajó a uno de la uefa y con estos nombramientos a lo dicho.
2) Con el curriculum de D. José Luis Blanco, como máximo manejar la carretilla de una modesta constructora, pero ahí está, cobrará de mis impuestos.
3)De la Sra. ministra Dña. Ángeles González-Sinde, hasta ayer presidenta de la Academia de Cine, si, si, "la de la ceja", cambio de favores,qué quiere que le diga, D. Javier Bárcenas. Para su última película recibió 800.000 E de subvención y ha obtenido una taquilla máxima de 400.000 con dos o tres proyecciones. Cerradas las taquillas. Pueden enterarse en la prensa. Me acuerdo de aquello y éste es el caso: "sres. compren caro, vendan barato y ganarán dinero".
Lo que me fastidia es que esta gente, sin ser nada, ocupen estos cargos a cargo del contribuyente.
Me huele que el P.P. está más cerca de La Moncloa. Hágame caso. Por cierto, véase archivo, recordará sr. Bárcenas, que en un comentario dije que el S. Blanco se´ría ministro en esta legislatura, lo puede comprobar.
Al anterior comentarista, "puertadelsol" ¿se llama así porque veremos la luz solar con este nuevo gobierno?. Yo creo que seguiremos en este túnel al que nos ha llevado este ineficaz ZP, y lo que veremos, mas bien, será una luz muy potente pero de un enorme camión que viene dentro del túnel hacia nosotros en lugar de salirse fuera.
Calma... calma... no alterarse, no empecemos a cargar tintas, vamos darles un tiempo para actuar que aunque la cosa está dificil siempre se percibirá algo... ¡Para bien o para mal! Y entonces sabremos si ZP ha acertado o no, es muy dificl pronosticar, yo no acierto una de 15 a pesar de mis esfuerzos... ¿Hacía falta cambiar? El que mejor lo sabe es Zapatero. ¿Ha acertado con los cambios? Espero poder opinar dentro de tres meses...
A la Sra. ministra Dña. Ángeles González-Sinde ya la llaman "gonzález-sindescarga"
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