viernes, 26 de septiembre de 2008

China mira al cielo

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China ha lanzado al espacio su tercera nave tripulada, la Shenzhou VII -significa Nave Divina- que dará varias vueltas alrededor de la Tierra con tres astronautas. Será la primera vez que taikonautas chinos realicen un paseo espacial. El lanzamiento se produjo a las tres de la madrugada de hoy, hora española, desde la base de Jiuquan, al noroeste del país.

El momento es muy oportuno porque manda al mundo un mensaje claro: "China se eleva como potencia global de referencia al tiempo que Estados Unidos entra en decadencia".

Es evidente que los graves problemas que aquejan al capitalismo, el gran invento dominador de Occidente, permiten a China postularse como alternativa y elevar la cabeza hacia el cielo. Por eso, la nave que el gigante amarillo ha puesto en órbita es algo más que un experimento dentro de la carrera espacial que los chinos están desarrollando. Es un símbolo.

Sin embargo, a nadie se le escapa que el gran desarrollo chino se está produciendo gracias a que, paulatinamente, el país está asumiendo el único sistema económico global hoy en día, el capitalista, que ahora sufre una crisis tan grave. Por tanto, China también navega en el mismo barco que Occidente.

Es el año de China, sin ninguna duda. Las Olimpiadas celebradas en Pekín el pasado mes de agosto han servido de escaparate para lanzar la imagen del coloso amarillo como un gran país moderno. Pero su equivocación sería tremenda si pensara que su oportunidad ha llegado para sustituir como potencia dominante a Estados Unidos en particular, y a Occidente en general, si no contribuyera a que la economía mundial saliera de esta peligrosa crisis.

En este momento no se ve una alternativa sólida y estructurada al sistema económico dominante ahora enfermo. El barco se hundiría con todos dentro..., pero eso sí, saboreando dulces caramelos contaminados con melamina, y mirando al cielo para ver cómo la nave espacial se aleja mientras el mar del desastre económico nos traga a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los chinos debieran echar una mano al sistema capitalista que les está haciendo despertar de la Gran Marcha a ninguna parte emprendida por Mao. No dicen nada y deben saber que si se hunde el barco nos ahogamos todos.
Sus fondos soberanos pueden ser objeto de colonización incruenta de Occidente. Hemos de estar atentos a estas posibles maniobras.