Se ha hecho mayor. Desde aquel nueve de marzo de 1959, la Barbi ha pasado por la historia de este medio siglo llenando de ilusión la mente de las niñas, e incluso de los niños, y les ha entretenido horas y horas con el juguete.
Inicialmente fue bautizada como Bárbara en homenaje a la hija de su creador, Ruth Handler, en Wisconsim (EE UU), cofundador de la empresa de juguetes Mattel.
Nació en blanco y negro con vestimenta a rayas. Pero el mundo del colorido se instaló en su estilizada figura, en su perfecto esqueleto, y no lo abandonó nunca más.
Nació en blanco y negro con vestimenta a rayas. Pero el mundo del colorido se instaló en su estilizada figura, en su perfecto esqueleto, y no lo abandonó nunca más.
Los mejores diseñadores de moda vistieron a Barbi a lo largo de estos años: Armani, Dior, Chanel, Versace...
Se hizo profesional: Barbi ha sido abogada, enfermera, peluquera, actriz, bailarina..., así hasta más de cien empleos. Y ha disfrutado como juguete-protagonista de diferentes movimientos sociales de protesta y de entretenimiento: roquera, hippie, harlista. También ha vivido en lugares dispares: en remolques, lujosas mansiones y castillos.
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Ha tenido un novio, Ken, que le duró desde 1961 hasta a 2004. Lo cambió por un surfista australiano llamado Blaine. Y ha desarrollado múltiples looks identificándose con Grace Kelly, Audrey Hepburn y Cleopatra.
Probablemente Barbi, con tantos atributos, no sufrirá demasiado los envates de esta grave crisis económica. Larga vida a Barbi.
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3 comentarios:
La barbi ha sido un estereotipo que la sociedad de consumo ha tratado de imponer en las mujeres, alienando sus mentes desde su más tierna infancia.
La barbi, sólo es machismo.
Hay muchas barbis circulando por ahí. Las televisiones y demás medios de comunicación tienen mucha culpa de ello.
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