ZP aguanta el tipo

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El presidente Zapatero se quedó solo ayer en el Congreso de los diputados en el momento de aprobar el Real Decreto que prevé los recortes que se exponen en el post anterior. CIU, Coalición Canaria y UPN fueron los únicos grupos benevolentes con el Gobierno al optar por la abstención, salvando así, por los pelos, la aprobación del texto por 169 votos del grupo socialista contra 168 de la oposición.

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Y, sin embargo, con ser esto muy importante, tal vez otro disgusto peor le espera a Zapatero cuando se confirme -¿alguien lo duda?- la ruptura de las negociaciones entre los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT con la CEOE por la reforma laboral.
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Que nadie se equivoque: al igual que ocurrió con el fallido pacto de Estado por la Educación -sabíamos que el PP no firmaría ningún pacto en un tema con tanto contenido ideológico- la derecha más reaccionaria de Europa, la derecha española, no dará aliento al Gobierno para que nuestro país pueda salir del atasco. Porque, amigos míos, la CEOE sólo es un mero apéndice de esa derecha carpetobetónica que nos atosiga un día sí y otro también.

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Volverá a quedarse solo ZP en el centro del ruedo político ante el miura que embiste con violencia porque en su sangre lleva el veneno del paro. Y tendrá que lidiar una buena faena legislativa que haga de la reforma laboral un camino para que los trabajadores puedan salir de la fosa oscura del desempleo y la marginación. Para ello lo más adecuado debe ser no perder las señas de identidad del socialismo democrático que debe inspirar la acción del gobierno que sustenta el PSOE. Porque, escrito está, el partido de izquierdas que reniega de sus principios, que hace dejación de sus valores y gobierna con el programa de la derecha, termina por perder las elecciones por, entre otras cosas, falta de coherencia que, a su vez, genera falta de confianza del electorado (ahí tenemos los ejemplos del Partido Socialista francés en su día, del Partido Laborista israelí después, del Partido Socialdemócrata alemán no hace mucho e, incluso, del Partido Laborista inglés recientemente).

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Los españoles están expectantes. ZP no debe arrugarse. Ha de tomar su muleta y aliñar una buena faena que levante el ánimo de los españoles de a pie que confían todavía en su buen hacer. El astado envestirá por la derecha, pero el 'maestro' ha de tomar la muleta de la reforma laboral con su mano izquierda y, humillando al morlaco, dejarle que dé una vuelta por el coso para, a continuación, fijarlo y dominarlo hasta que se pliegue a su destreza izquierdista.

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Y después, tendrá que seguir tomando alguna medida económica que, a diferencia de las contempladas en el Real Decreto aprobado ayer, alivie a las sufridas clases medias y bajas de esta sociedad, porque el presidente todavía tiene margen de maniobra. Queda una eternidad para las elecciones generales. De estas futuras decisiones hablaremos en próximos posts. Mientras tanto, ZP vive.

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