La banda terrorista ETA asesinó ayer lunes al brigada de artillería Luis Conde de la Cruz. Resultó muerto por efecto de la explosión de una bomba que se produjo hacia la una hora de la madrugada. El artefacto se encontraba en un vehículo robado, aparcado horas antes junto a la residencia de militares Virgen del Puerto en Santoña (Cantabria - España).
ETA ha puesto en marcha una fuerte ofensiva durante este último fin de semana en el que también hizo explotar, por el mismo procedimiento que en Santoña , dos bombas más el pasado domingo, con claras intenciones de provocar una matanza. Una de ellas estaba dirigida contra la sede central de la Caja Vital, en Vitoria, mientras que la otra tenía como objetivo la comisaría de la Ertzaintza -policía autonómica vasca- ubicada en la localidad vizcaina de Ondárroa.
Después de 40 años de actividad terrorista, ETA no ha conseguido ninguno de los fines políticos relevantes que pretendía. La ley y el Estado de derecho les acosa cada vez más. La colaboración internacional con el Estado español para perseguir a sus comandos se acentúa. Los dirigentes políticos que siguen los dictados de la banda están encarcelados. Pero lo más importante es que aquel posible apoyo social prestado por una minoritaria parte de la ciudadanía vasca está desapareciendo.
ETA se ha convertido en el único grupo terrorista que actúa en Europa, la región más desarrollada del mundo, donde las fronteras están desapareciendo. Mientras la construcción política de la Unión Europea está eliminando las fronteras internas, y los estados que la componen, o aspiran a entrar en su seno, ceden parcelas de soberanía en favor del nuevo proyecto, la banda terrorista vasca quiere imponer su minoritaria voluntad para caminar en sentido contrario. Un verdadero anacronismo que sigue generando muerte y dolor.
Después de 40 años de actividad terrorista, ETA no ha conseguido ninguno de los fines políticos relevantes que pretendía. La ley y el Estado de derecho les acosa cada vez más. La colaboración internacional con el Estado español para perseguir a sus comandos se acentúa. Los dirigentes políticos que siguen los dictados de la banda están encarcelados. Pero lo más importante es que aquel posible apoyo social prestado por una minoritaria parte de la ciudadanía vasca está desapareciendo.
ETA se ha convertido en el único grupo terrorista que actúa en Europa, la región más desarrollada del mundo, donde las fronteras están desapareciendo. Mientras la construcción política de la Unión Europea está eliminando las fronteras internas, y los estados que la componen, o aspiran a entrar en su seno, ceden parcelas de soberanía en favor del nuevo proyecto, la banda terrorista vasca quiere imponer su minoritaria voluntad para caminar en sentido contrario. Un verdadero anacronismo que sigue generando muerte y dolor.
2 comentarios:
Son unos cobardes que no merecen estar entre nosotros. ¡A la cárcel con ellos! Y que no salgan.
Hemos nacido aquí, en Las Vascongadas, pedimos que venga el ejército a hacer lo que es su deber.
Publicar un comentario