El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2008 ha recaído en Íngrid Betancourt, la política colombiana que permaneció secuestrada por las FARC durante más de seis años y fue liberada el pasado dos de julio gracias a una misión especial del ejército de Colombia.
La figura de Íngrid se ha convertido en un icono universal de la lucha pacífica por la libertad, contra la extorsión, el secuestro y la muerte por motivos políticos.
Aunque su figura política siempre fue muy controvertida en Colombia por su empeño en combatir la corrupción de la clase gobernante y la connivencia de esta élite con el narcotráfico para alcanzar el poder, su permanente lucha -rayando con frecuencia en el populismo- por la búsqueda de la paz en su país a través del diálogo, la defensa que siempre ha hecho de las víctimas del terrorismo y el enfrentamiento directo con las clases dirigentes corruptas colombianas, han sido argumentos fundamentales para ser merecedora del Premio de la Concordia que anualmente otorga la Fundación Príncipe de Asturias.
El mundo necesita símbolos como el que representa Íngrid Betancourt. El siguiente galardón puede ser el Premio Nobel de la Paz.
1 comentario:
Persona ejemplar para el mundo. A pesar de lo que ha sufrido no guarda rencor y busca la solución dialogada de los conflictos políticos. Seguro que tendrá un gran papel en la liberación de Latinoamérica de la marginación de muchos millones de latinoamericanos.
Publicar un comentario