domingo, 26 de octubre de 2008

Ataques a la libertad de expresión

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No vamos a irnos muy lejos para denunciar algunos de los últimos atentados contra la libertad de expresión que se han materializado recientemente contra periodistas y escritores al tratar de ejercer este derecho fundamental. Lo verdaderamente sorprendente e importante es que esto se está produciendo en países formalmente democráticos.

En el centro de Zagreb, capital de Croacia, fueron asesinados el pasado jueves Ivo Pukanic, de 47 años, uno de los propietarios del semanario independiente croata Nacional, junto con su jefe de ventas, Niko Franjic. El atentado se produjo mediante bomba lapa adosada a los bajos del vehículo que pretendían utilizar.

Pukanic, que había sido amenzado, era uno periodista muy conocido y discutido en Croacia por haber denunciado diversos casos de corrupción y actividades del crimen organizado en su país, por haber criticado duramente la incapacidad del gobierno croata para acabar con estos delitos y por diversos conflictos de su vida matrimonial que habían salido a la luz.

En Italia, Roberto Saviano, de 28 años, escribió en 2006 un libro, Gomorra -todo un éxito editorial- que desvelaba los entresijos de la camorra napolitana, en concreto, sobre el clan de los "Casalesi". El libro se va a llevar al cine pero, desde su publicación, el escritor vive amenazado de muerte y con escolta.

Según ha podido saber la policía italiana, la mafia pretendía asesinarlo antes de Navidad en la autopista que une Nápoles y Roma.

El fiscal antimafia y la policía aconsejan a Roberto Saviano que abandone Italia por un tiempo. El escritor no quiere hacerlo pero piensa que no le va a quedar más remedio que seguir este consejo.

La libertad de expresión es un derecho fundamental de los ciudadanos que el Estado tiene obligación de garantizar. Malo es que en los estados totalitarios no esté protegido, pero duro es tener que admitir que en países democráticos como Italia desde hace mucho, o como Croacia desde no hace tanto, los poderes públicos todavía no sean capaces de proteger este derecho que es uno de los pilares básicos del Estado de derecho y, por ende, del sistema democrático.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

En México, por ejemplo, la vida de los periodistas vale muy poco. La mayoría no pueden ejercer la libertad de expresión en temas relacionados con el narcotráfico, las mafias, etc. porque son linchados sin escrúpulos. El gobierno mexicano no consigue imponer la ley en la nación.

Anónimo dijo...

Ni siquiera en Estados Unidos, la patria de la libertad y la democracia, la libertad de expresión está absolutamente garantizada. Recordemos el comienzo de la guerra de Irak y la inclusión de periodistas entre las tropas de los yankis para concluir que falla la materialización de ese derecho fundamental.

Anónimo dijo...

Una de las grandes carencias del Estado moderno es que no consigue eliminar la delincuencia organizada. No logra hacer efectivo que el monopolio de la fuerza le corresponde en exclusiva.
Probablemente este mal sólo se pueda combatir con mejor educación en valores humanistas. Tal vez el Estado deba hacer más esfuerzos en esta importante faceta.

Anónimo dijo...

Una profesión peligrosa que, además, está mal retribuida. Un oficio en el que uno cosecha enemigos con facilidad por el simple hecho de informar de lo que pasa.
La información no se paga al precio que se merece.