El pasado jueves 22 se ha estrenado en todos los cines del mundo la nueva entrega, la cuarta, de la saga Indiana Jones, con la película Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
El trabajo elaborado por tres "monstruos" perseguidos por el éxito cinematográfico como son Harrison Ford, Steven Spielberg y George Lucas ha sido muy bien acogido por el público y la crítica en el prestigioso festival de cine de Cannes, en el que se estrenó el pasado día 18, muestra internacional que finaliza mañana domingo.
La película está en la línea de entretenimiento, sin pretensiones de fondo, de las tres anteriores de la colección Indy, el famoso arqueólogo que de vez en cuando deja su vida monótona de profesor universitario para hacer inmersiones en proyectos aventureros, peligrosos, esotéricos y de permanente acción. Han pasado 19 años desde que Harrison Ford (65 años) dio vida a la última obra de la marca Indiana Jones.
El trabajo elaborado por tres "monstruos" perseguidos por el éxito cinematográfico como son Harrison Ford, Steven Spielberg y George Lucas ha sido muy bien acogido por el público y la crítica en el prestigioso festival de cine de Cannes, en el que se estrenó el pasado día 18, muestra internacional que finaliza mañana domingo.
La película está en la línea de entretenimiento, sin pretensiones de fondo, de las tres anteriores de la colección Indy, el famoso arqueólogo que de vez en cuando deja su vida monótona de profesor universitario para hacer inmersiones en proyectos aventureros, peligrosos, esotéricos y de permanente acción. Han pasado 19 años desde que Harrison Ford (65 años) dio vida a la última obra de la marca Indiana Jones.
La acción se desarrolla en la selva de Perú, en 1957, en plena Guerra Fría. En esta ocasión el arqueólogo estadounidense Indiana Jones (Harrison Ford) trata de encontrar un cráneo de cristal, una poderosa reliquia que también pretenden los soviéticos. Marion Ravenwood (interpretada por Karen Allen) es la amante de Indy que le ayuda en tan arriesgada misión junto al motorista Mutt (Shia LaBeouf) y su colega Mac (Ray Winstone) que lo traiciona.
Una generación disfrutó con las primeras cintas, Indiana Jones en busca del arca perdida (1981), Indiana Jones y el templo maldito (1984), Indiana Jones y la última cruzada (1989).Los amantes del cine de comienzos del siglo XXÏ ya puede acudir a las salas a pasárselo bien con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
No está claro que lo creado por las factorías de Hollywood sea siempre de calidad aunque las inversiones alcancen cifras mareantes, pero sí es evidente que el cine norteamericano como industria del entretenimiento es imbatible. La gran preocupación de Lucas, Spielberg y otros responsables de esta nueva producción es alcanzar recaudaciones tan importantes como las anteriores cintas de la franquicia Indy y, para ello, ya está trabajando el marketing a toda máquina.
Una generación disfrutó con las primeras cintas, Indiana Jones en busca del arca perdida (1981), Indiana Jones y el templo maldito (1984), Indiana Jones y la última cruzada (1989).Los amantes del cine de comienzos del siglo XXÏ ya puede acudir a las salas a pasárselo bien con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
No está claro que lo creado por las factorías de Hollywood sea siempre de calidad aunque las inversiones alcancen cifras mareantes, pero sí es evidente que el cine norteamericano como industria del entretenimiento es imbatible. La gran preocupación de Lucas, Spielberg y otros responsables de esta nueva producción es alcanzar recaudaciones tan importantes como las anteriores cintas de la franquicia Indy y, para ello, ya está trabajando el marketing a toda máquina.
2 comentarios:
Con tanta crisis económica y subida de precios, y tras el fracaso de Chikilicuatre en Eurovisión lo mejor que puede ocurrir para olvidarnos de ello es que venga Indiana Jones latigándonos con sus aventuras.
A ver si se nos quita el sueño.
Ya estamos otra vez con el superhéroe americano que vence a los enemigos comunistas en el ámbito de la Guerra Fría.
Parece que necesitan tener siempre algún enemigo para reafirmar su identidad.
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