Calendario 2009 de Pirelli

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Como todos los años, la empresa italiana de neumáticos Pirelli ha editado el calendario de 2009 que ha presentado en Berlín ayer día 20. Está conformado por bellas fotos realizadas por el neoyorkino Peter Beard. Como es tradicional en este famoso almanaque, las imágenes están protagonizadas por siete despampanantes modelos femeninos que, en esta ocasión, muestran sus encantos en bucólicos paisajes salvajes y motivos africanos de Botsuana, incluido el desierto de Kalahari.

Cada fotografía tiene sus propias cualidades técnicas porque Peter Beard es un consumado artista de esta disciplina; los encuadres perfectos, planos ortodoxos aunque variados, la filtrada luz africana que trata de cortar el fondo oscuro, y los múltiples matices insinuantes extraídos de animales y otros motivos naturales, hacen brillar por sí sola cada una de las 56 instantáneas del anuario. Tal vez el trabajo adolezca de suficiente expresión cromática, teniendo en cuenta que el continente negro -contradicción tenemos- es, precisamente, un formidable mosaico de colores, y Beard lo sabe por haber vivido 23 años en Kenia. Además, el fotógrafo abusa del elefante como icono africano y prescinde de modelos humanos autóctonos.

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Sin embargo, detrás del barniz puramente estético y sensual que por costumbre presenta todos los años Pirelli con esta obra gráfica, las imágenes del calendario del próximo año tratan de enviarnos mensajes más profundos. Obligado es denunciar el permanente vicio social del machismo que traslucen estos trabajos artísticos. Pero, dejando aparte esta obviedad, y como dice su autor, con estas fotografías se trata de sensibilizar a la opinión pública sobre múltiples problemas globales que nos amenazan: el cambio climático, la paulatina destrucción de la naturaleza, el crecimiento sostenible, la esquilmación de los recursos naturales por la mano del hombre, la superpoblación, el valor de la diversidad..., una loable pretensión que se compadece mal con los hechos de la empresa que le paga por este trabajo.

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Así, mientras la multinacional italiana cumple con su compromiso artístico anual, los trabajadores huyen de toda frivolidad y expresan su desacuerdo con los patronos y los planes de regulación de empleo que tienen proyectados.

Todo va a caber dentro de las páginas de los 12 meses del próximo ejercicio. Un año que se presenta muy difícil para las empresas y los trabajadores, porque la crisis económica está profundizando con fuerza en todos los sistemas productivos, especialmente en el de la automoción al que pertenece Pirelli, y esto no lo va a solucionar ninguna modelo profesional por mucha sensualidad que derroche.

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