El creador de sueños, el hacedor de obras maravillosas que han hecho volar la imaginación de multitud de jóvenes y mayores, el escritor norteamericano de superventas que inundaron las estanterías de las librerías, especialmente en los años ochenta y noventa del pasado siglo, se ha ido a la otra vida.
Michael Crichton murió en Los Ángeles el pasado cuatro de noviembre -día histórico para EE UU- a los 66 años, tras sufrir un cáncer al que no ha podido vencer.
Algunos de sus éxitos más sonados fueron Congo (1980), Esfera (1987), Parque Jurásico (1990), que recreaba el mundo de los dinosaurios, y fue llevada al cine por Steven Spielberg en 1993, Acoso (1994), que también fue un éxito cinematográfico estrenado el mismo año.
El mundo perdido (1995) se convirtió en segunda parte de la vida de los "terribles lagartos". Steven Spielberg llevó también a la gran pantalla esta novela. Las imágenes de estos grandes reptiles llegaban a impactar por la extraordinaria dosis de realismo que el genial director de cine consiguió en sus películas, gracias a los efectos especiales construidos por medio de tecnología digital que han supuesto un antes y un después en la historia de la tecnología del séptimo arte.
El mundo perdido (1995) se convirtió en segunda parte de la vida de los "terribles lagartos". Steven Spielberg llevó también a la gran pantalla esta novela. Las imágenes de estos grandes reptiles llegaban a impactar por la extraordinaria dosis de realismo que el genial director de cine consiguió en sus películas, gracias a los efectos especiales construidos por medio de tecnología digital que han supuesto un antes y un después en la historia de la tecnología del séptimo arte.
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Entre una y otra obra de Michael Crichton, basadas en el mundo imaginario de estos reptiles fósiles de la prehistoria -vivieron en la era del Mesozoico desde 230 millones de años a.C. hasta 65 millones de años a.C., aproximadamente-, crearon un movimiento mundial de curiosidad y estudio de estos animales llamado dinomanía que "absorbió la mente" de muchos niños y jóvenes de finales del siglo pasado.
No podemos olvidar cómo disfrutaban leyendo sus libros, viendo las películas, comprando fascículos, figuritas de los múltiples dinosaurios, camisetas y todo tipo de objetos propios del merchandising relacionado con lo que constituyó un sorprendente fenómeno sociológico, una nueva moda, que consiguió convertir en "amables mascotas" pertenecientes a la familia a los, hasta entonces, horribles reptiles que teníamos fijados en nuestro imaginario.
Michel Crichton publicó muchos otros libros como Punto crítico (1996), Rescate en el tiempo (1999), Estado de miedo (2004), Next (2007), algunos de los cuales también fueron llevados al cine.
Poco antes de morir trabajaba en una nueva novela. Seguramente nunca conoceremos su final, pero estamos convencidos que Michel Crichton seguirá iluminando nuestra imaginación desde el otro lado de la vida.
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2 comentarios:
Mi hijo se pasaba todo el día leyendo temas relacionados con los dinosaurios gracias a los libros de Michael. Hizo una buena colección de figuritas y fascículos; se conocía el nombre científico de todos estos animales prehistóricos.
Creo que fueron los dinosaurios quienes le introdujeron el gusanillo de leer desde muy temprana edad.
Tengo la casa llena de figuritas de dinosaurios y afines. Al fin y al cabo es la "memoria histórica" de mis hijos. Mejor esta memoria que la sufrida por otras generaciones, que sólo conocieron la guerra, destrucción y penalidades. Fue una bonita afición.
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