sábado, 28 de febrero de 2009

El testamento de Ibarretxe

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Ibarretxe no será lehendakari. Tras las elecciones que se celebrarán mañana en Euskadi, y si las encuestas no se equivocan, el actual presidente del Gobierno vasco y cabeza de lista del partido mayoritario EAJ-PNV, no será el próximo lehendakari de los vascos, ni tampoco jefe de la oposición.

No lo será porque su propio partido lo tirará a la basura como un kleenex arrugado, superusado. Ya no hará falta su figura carismática para la nueva estrategia política a aplicar en los próximos años que los jeltzales están elaborando.

Si las matemáticas no le dan la mayoría absoluta en la primera votación -esto parece que dicen las encuestas-, incluso con los votos de EA, EB-B y Aralar, el protagonismo político de Ibarretxe habrá terminado.

Habrá finalizado el recorrido del actual lehendakari porque tampoco podrá serlo por mayoría simple. Al contrario que en otras ocasiones, esta vez no podrá prestarle votos la llamada izquierda abertzale, pues no estará en el Parlamento tras haber sido ilegalizadas por la Justicia las listas que pretendía colocar en la competición electoral.

El PNV no arriesgará la silla del poder -es muy numerosa la parroquia ocupada en las poltronas- por culpa de Ibarretxe si ve que, apartándolo de la competición por la lehendakaritza, hay posibilidades ciertas de mantener la primacía en el Gobierno pactando con otras fuerzas políticas.

Descartada la opción anterior, la de mayoría absoluta del cuatripartito -y aún así ya veremos qué dice EA-, al PNV sólo le quedarán para pactar el PSE-EE y el PP. Desde luego, ni los socialistas ni los populares están por la labor de permitir que los sueños soberanistas de Ibarretxe vuelvan a tener protagonismo en la vida política durante otros cuatro años más, absolutamente inaguantables para una sociedad vasca inmersa en una crisis económica de hondo calado. Por tanto, Ibarretxe no gobernará con el sostén de socialistas o populares.

Pero es que su propio partido, EAJ-PNV, parece tener interiorizada la necesidad de dar un golpe de timón hacia el autonomismo pragmático a su estrategia política. Han sido muy duros para esta formación los últimos 10 años de confrontación con el Estado, con la mitad de la sociedad vasca e, incluso, con su mismo partido: primero fue el Pacto de Lizarra, después el Plan Ibarretxe-I y, últimamente, el Plan Ibarretxe-II también llamado de la Consulta. Ni el Estado, ni la sociedad vasca, ni el PNV están por la labor de sufrir más planes soberanistas de esa categoría. Por esa razón Ibarretxe no será lehendakari.

Ibarretxe, principal representante del ala soberanista peneuvista, es el campeón de la confrontación y de la división. Ha desafiado al Estado, ha dividido a la sociedad vasca, no ha dialogado con las demás fuerzas que la representan, y ha puesto al EBB -máximo órgano ejecutivo del PNV- entre la espada y la pared unos meses antes de las elecciones autonómicas, al imponer su último plan o Consulta en contra de los criterios del máximo órgano de dirección jeltzale. Y esto lo ha practicado tanto en la etapa de Josu Jon Imaz -antiguo presidente del EBB, que dimitió para no contribuir a otra escisión del partido-, como en la de su sucesor, Iñigo Urkullu, representantes ambos de la mayoría autonomista de la formación.

Esta jugarreta, el invento de la Consulta, puesta en marcha por Ibarretxe cuando se estaba filtrando que el EBB no le volvería a proponer como candidato a lehendakari por EAJ-PNV -en la calle estaba el rumor de que sería Yosu Erkoreka, portavoz del grupo Nacionalistas Vascos en el Congreso-, ha obligado al partido a apechugar con el órdago y hacer de la necesidad virtud, pero los mayoritarios, autonomistas pragmáticos, que dominan la formación nacionalista no le van a perdonar tanta osadía.

Finalmente, hay otra pista que lleva a pensar que esto será así. Y esta es muy reciente. Además tiene la etiqueta de microtestamento político. En el mitin de cierre de campaña que EAJ-PNV celebró en el polideportivo bilbaino de La Casilla, Ibarretxe empleó términos como estos que recoge la prensa de hoy:

"Lo he dado todo por este país" y "seguiré dándolo todo", siendo "fiel" a Euskadi. "He sido fiel a este país y seguiré siéndolo". Insistió en que junto a él hay "personas preparadas" y unas "administraciones saneadas" fruto de su gestión. Y se preguntó -¿qué quería decir con esto?- si le hubieran dejado presentarse -¿quién, el PNV?- a las elecciones si Euskadi tuviese el índice de paro más alto de Europa "como ocurre con España".

¿Y qué quiere decir Urkullu, el presidente del PNV, cuando recuerda que hay "un pacto de Estado" para "desalojar a Ibarretxe" de la lehendakaritza? Dos mensajes en uno: primero, el tan conocido victimismo propiamente electoral, el de intentar aglutinar a su gente mencionando al "lobo" del Estado, el enemigo de Euskadi para los nacionalistas; pero detrás de estas frases se esconde otro mensaje no muy favorable para Ibarretxe, porque está diciendo a su partido que será el cordero -el que lo ha dado todo- a sacrificar en el altar por Euskadi, será la presa que intentarán cazar las formaciones no nacionalistas, en el caso de que haya que acordar con ellas la llegada de un jeltzale a la lehendakaritza. Ante esa posibilidad, Urkullu ya se está cubriendo las espaldas dentro de su propio partido.

Por todo ello, da la sensación de que una parte del testamento político de Ibarretxe ya está anunciado. Solo falta la confirmación dentro de unas semanas. Al tiempo.


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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Javier, la has clavado. Con lo que has explicado veo bastante clara la posibilidad de que sea como dices. A ver si cambian las cosas en esa tierra tan querida.

Anónimo dijo...

Que este maravilloso artículo de en la clave de lo que realmente ya está pasando ni siquiera doce horas después de saber los resultados.....me parece sinceramente de crack por tu parte. Arzallus ya ha sacado su látigo para dejar "su huella" y avisar de que los resultados no son "democráticos" porque faltan ,esos, los "no democráticos".Anasagasti esta mañana igual. Creo que eso es porque están un poco acongojados. Mejor harían (Arzallus por supuesto no lo hará y los otros me temo que tampoco) pidiendole explicaciones a Ibarretxe y a su plan. Problemas para el PNV . Al tiempo

Anónimo dijo...

Debe gobernar el partido que más votos haya obtenido, o sea, PNV.
Siempre he mantenido esta premisa.
La democracia y la libertad quieren estar presentes en Las Vascongadas.
Gran victoria del Partido Popular en Galicia y gran repercusión en Las Vascongadas. Galicia ha apostado por España.
Felicidades al Partido Popular.
Esto puede ser el reflejo para otras elecciones, en Andalucía, por ejemplo.
En Galicia, has dado un buen puñetazo en la mesa. En Las Vascongadas, algunos todavía tienen las manos en la cabeza y están nerviosos.
¿Por qué este país tiene difícil arreglo?
Quiero, como español y vasco, que esta tierra respire aires de libertad, que estemos todos los vascos muy juntos, por el bien de esta tierra nuestra y por lo tanto, por el bien de España.
FELICIDADES A TODOS LOS VASCOS

Javier dijo...

El discurso de Ibarretxe tras conocerse los resultados electorales fue patético. Estaba despidiéndose de su gente. Utilizaba su último aliento político para seguir diciendo lo bien que dejaba el país, como si todavía no hubieran votado los ciudadanos vascos. La cosa está clara.