El PP ha puesto a funcionar el rodillo de su mayoría absoluta y ha dejado sin grupo parlamentario a Amaiur, la coalición electoral formada por la Izquierda Abertzale, EA, Alternatiba y Aralar, que concurrió a las elecciones generales del 20N en el País Vasco, donde obtuvo seis parlamentarios, y Navarra en donde sacó un diputado.
Como se sabe, para conseguir grupo es preciso haber obtenido, al menos, cinco parlamentarios y, como mínimo, el 15% de los sufragios en las circunscripciones donde se presente la formación política. ¿En todas?, ¿ una a una?, ¿la media de todas?.. Ahi está el nudo gordiano de la interpretación legal del Reglamento del Congreso.
La decisión del PP es un ejercicio de estulticia política de primera magnitud, porque el artículo 23 del citado Reglamento ha permitido históricamente, y lo permite hoy, hacer una interpretación favorable a la concesión de grupo, algo que con la mayoría del PSOE en la Cámara siempre se ha facilitado por el bien de la democracia. Así ha sido en los comienzos de varias legislaturas siendo favorecidos al menos en dos ocasiones el PNV y en otra ERC. Y esto lo ha avalado el Tribunal Constitucional. Además, la nueva situación del País Vasco con el cese de la violencia por parte de Eta, requiere hacer más política y menos 'militarismo popular', algo que tanto le gusta al PP y a todos sus coros mediáticos y palmeros de turno.
En realidad, lo que ha hecho el PP con el voto de sus cinco representantes en la mesa del Congreso ha sido un auténtico fraude de ley, porque si la interpretación estricta es que Amaiur -que ha obtenido esos cinco diputados exigidos como umbral mínimo- también se ha presentado con ese nombre en Navarra y allí no ha llegado al 15% de los sufragios -se quedó en el 14,86%- la realidad es que estamos viendo cómo, por ejemplo, el PNV, que ha obtenido los cinco duputados mínimos necesarios en Euskadi, sistemáticamente se presenta integrado en coaliciones, con nombre diferente, en Navarra, donde no obtiene ese 15% de sufragios necesarios, pero eso no le impide tener grupo parlamentario porque la interpretación del Reglamento, en casos como este, es menos rígido y de sentido común.
Algo similar ocurre con UPyD, que no llega al 15% de los sufragios obtenidos -aunque sí dispone de los cinco diputados mínimos necesarios-, pero se engancha al artículo 24 del Reglamento, pacta con el Foro de los Ciudadanos de Álvarez Cascos para que le preste su acta y, entonces, consigue el ansiado grupo parlamentario.
Estos ejemplos sí que se pueden catalogar de fraude de ley con más contundencia que lo hecho por Amaiur, que ha tenido la valentía de presentarse también en Navarra con sus auténticas siglas, a cara descubierta, sin esconderse en otros grupos o coaliciones electorales y sin pedir a otras formaciones sus diputados.
Sin embargo, detrás de esa decisión del PP hay otros fundamentos. El primero de ellos es que quieren mostrar su dureza e intransigencia porque en el seno de los populares sigue mandando, y mucho, la extrema derecha, incluido en esta clasificación el aznarismo militante, la derecha extrema que vocifera en la prensa escrita, las radios y la TDT, así como un grupo poderoso de asociaciones de víctimas del terrorismo, que ya se encargaron de no hacer ruido desde, al menos, un mes antes de las elecciones del 20N para no movilizar los votos de los desencantados del PSOE. La segunda razón es que, si Amaiur consigue grupo parlamentario, tiene derecho a todas las subvenciones propias de tal hecho -que son muchas-, debe ser informado en la Comisión de secretos oficiales, las actuaciones y política del CNI, así como del reparto de los fondos reservados..., y esto lo puede asumir un partido esencialmente democrático, pero no el PP que lleva en su naturaleza el ADN de una formación autoritaria.
En definitiva, ¿es Amaiur una coalición electoral legal? Lo es. Pues entonces... Sólo hay que aplicar una ley: Democracia, democracia y democracia.
Amaiur puede quedarse sin grupo parlamentario, a pesar de que en sus filas muchos de los componentes nada tienen que ver con Batasuna y todas sus marcas. Pero da lo mismo, no es suficiente que hayan mostrado una voluntad inequívoca de actuar en el marco democrático. ¿No era eso lo que les exigíamos contínuamente? Pues seamos consecuentes.
Amaiur puede quedarse sin grupo parlamentario, a pesar de que en sus filas muchos de los componentes nada tienen que ver con Batasuna y todas sus marcas. Pero da lo mismo, no es suficiente que hayan mostrado una voluntad inequívoca de actuar en el marco democrático. ¿No era eso lo que les exigíamos contínuamente? Pues seamos consecuentes.
Ahora también han reconocido el "dolor y sufrimiento" y han "mostrado su pesar" a las víctimas de Eta. Esto es lo más importante de lo expresado en un comunicado emitido y leído por sus representantes hoy mismo: "Reconocemos el dolor y el sufrimiento que las múltiples violencias han producido en Euskal Herria y mostramos nuestro pesar a los familiares de las víctimas mortales y a todas aquellas personas que han padecido lesiones físicas o psíquicas, provocadas tanto por la violencia de ETA como por las estrategias represivas y de guerra sucia de los estados español y francés".
Ninguna persona de buena fe puede estar en contra de esta manifestación y negar que es un paso más hacia la total integración democrática. Hemos de ser inteligentes y ayudar a que esta vía hacia la paz definitiva y democracia sin recortes se consolide en Euskadi. Lo sabemos muy bien los que vivimos en esta maravillosa tierra. Y todo ello por el bien del País Vasco, pero también por el bien de España.
En cualquier caso, somos muchos los demócratas que pensamos que estos fraudes de ley, aplicados a unas y otras formaciones políticas, originados por la mesa del Congreso, serán corregidos por el Tribunal Constitucional -y cuanto antes lo haga mejor-, que no puede permitir se conculque el principio de igualdad con tantos y oscuros manejos políticos, y que debe confirmar una jurisprudencia constitucional en línea con una interpretación más democrática del Reglamento del Congreso, que nunca debe utilizarse como arma arrojadiza en función de los intereses espurios del momento de una fuerza absolutista, cuasi-autoritaria, como la que hoy ejerce el PP.
¡Ah! y recuerden este pronóstico: la llamada Izquierda Abertzale, Bildu, Amaiur, Sortu... o como se quiera llamar, va a condenar antes a Eta y sus crímenes que el PP al franquismo y, sobre todo, sus asesinatos durante y, sobre todo, tras la victoria en la Guerra Civil. Al tiempo...
¡Ah! y recuerden este pronóstico: la llamada Izquierda Abertzale, Bildu, Amaiur, Sortu... o como se quiera llamar, va a condenar antes a Eta y sus crímenes que el PP al franquismo y, sobre todo, sus asesinatos durante y, sobre todo, tras la victoria en la Guerra Civil. Al tiempo...
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