Once muertos y al menos seis heridos es el balance del atentado perpretado ayer, poco después de las 11 de la mañana, en Culiacán (Sinaloa), al noroeste de México, por un grupo de 50 narcoterroristas. El comando disparó sus fusiles de asalto de alta capacidad de fuego sembrando el pánico y el terror durante 30 minutos en tres espacios diferentes de la capital del Estado.
Nueve de los fallecidos eran trabajadores de un taller de chapa y los otros dos funcionarios policiales. Se piensa que las víctimas nada tenían que ver con el narcotráfico y todavía no se ha conseguido detener a ninguno de los presuntos asesinos.
El cartel de la droga de Sinaloa es uno de los más activos de México. En lo que va de año se llevan contabilizados 62 servidores públicos ejecutados en Culiacán, la mayoría de ellos ejecutados por los narcotraficantes.
México tiene una gran labor por delante para perseguir sin descanso a estos delincuentes y eliminar este tremendo problema que socava los fundamentos esenciales del Estado de derecho.
Ningún país con problemas de gobernanza como el que sufre México puede aspirar a ser auténticamente moderno, porque los derechos fundamentales de los ciudadanos no están garantizados por los poderes públicos que, en algunos casos, están inundados de corrupción.
Mejor sería que su presidente, Felipe Calderón, trabajara con más ahinco en resolver esta larga tragedia que pensar en que México puede llegar a ser la cuarta potencia económica mundial, lo cual no deja de ser un simple brindis al sol.
2 comentarios:
Hay tantas desigualdades en ese país que no me extraña que ocurra lo que citas en el post.
El gigante del norte no deja que la igualdad progrese en México.
Terrible lo que pasa en mi pais, es muy indignante y triste que la corrupcion ya lo halla invadido por completo.
Creo que vienen cosas importantes para Mexico en las elecciones del 2009 algun movimiento social se hara presenta ya lo veraz.
Saludos y pasa por mi blog.
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