viernes, 4 de junio de 2010

Bilderberg, más que un club

.

Se reúnen una vez al año en países distintos. En esta ocasión lo hacen en el Hotel Dolce de Sitges (Barcelona) que, desde ayer hasta el próximo domingo, está dedicado exclusivamente a dar cobijo a las reuniones de estos prebostes de la política, la economía y otras ramas del poder mundial. Dicen que son las elites de las elites que marcan las directrices por las que se debe encaminar el mundo.
No se sabe, con detalle, quiénes son todos, aunque sí se conoce de algunos que han asistido en otras ocasiones a las reuniones. Tampoco se publican los temas concretos a debate. Y, por supuesto, nadie contará nada de lo allí discutido y, menos aún, se publicarán conclusiones de los debates en los que estos personajes poderosos se han batido el cobre.
El club de Bilderberg es un club privado de ricos y poderosos que, sin embargo, necesita la movilización de 300 Mossos d'Esquadra, con un coste extraordinario que supera los 100.000 euros, para que velen por su seguridad, en un recinto privado, durante estos cuatro días. Y todo para reprimir a los altermundistas que sólo protestan por su presencia aquí, su falta de transparencia y sus, posiblemente, métodos antidemocráticos. ¿Son tan poderosos que no se pueden pagar la seguridad privada que necesiten, en el caso de que así fuera? ¿Por qué hay que gastarse tanto dinero público para proteger a señoras y señores que sólo se reúnen como club privado?


Me pregunto, también, ¿qué hace la Reina Sofía en este club? ¿Es tan poderosa mundialmente nuestra reina? ¿Tienen miedo a que su familia pierda el trono de España como ya le pasó en Grecia, su país de origen? Es una autoridad pública y tiene la obligación de explicar lo que hace en ese club, por muy privado que éste parezca. Y si, verdaderamente, es poderosa a ver si se pone a la tarea y evita que los especuladores financieros sigan cargando como buitres contra nuestra economía. Y que lo haga pronto, porfa...
Y también me pregunto qué hacen allí gentes que se predican de izquierdas donde, cuando menos, huele a cierto desprecio por los procedimientos democráticos. O si muchos de los graves acontecimientos por los que ha pasado el mundo recientemente, como los atentados del 11-S y otros similares que le han sucedido, la guerra de Afganistán, la de Irak o la gran crisis económico-financiera mundial se planificaron en reuniones anteriores de este selecto club.
Podríamos hacernos más y más preguntas pero sería inútil. Dejémoslo simplemente en que Bilderberg es más que un club.

No hay comentarios: