Telefónica, el operador de telecomunicaciones dominante en España, ha publicado los resultados del ejercicio 2007. Todos los titulares destacan el beneficio de 8.906 millones de euros -unos 13.300 millones de dólares-, que supone un 42,9% más que en 2006.
Sin embargo, detrás de estas cifras qué hay. Probablemente, nadie puede negar que esto es posible porque se está haciendo una buena gestión empresarial en los múltiples segmentos del negocio telefónico que desarrolla. Seguramente, detrás de este éxito está el acierto que en su momento supuso dar el paso de empresa nacional a corporación transnacional. Es posible que también contribuya mucho al éxito, que se repite año tras año, las alianzas estratégicas con otras multinacionales, fabricantes y suministradores de equipos de alta tecnología en el sector de la telemática, y con numerosas partenairs. Y, sin duda alguna, su éxito de ahora y de antes, está cimentado en la capacidad y esfuerzo de todos sus trabajadores -españoles y no españoles-, un formidable capital humano muchas veces denostado injustamente.
Sin embargo, Telefónica no escapa a las críticas feroces que desde la sociedad se hace a toda corporación empresarial de estas dimensiones. Porque, si en España ha de soportar juicios desfavorables como operador dominante, que no termina de dar el impulso decisivo a la generalización de la sociedad de la información en este país, deseable sería conocer los detalles críticos que los ciudadanos la dispensan en países como Brasil, Argentina, Chile, Perú, en Centroamérica, Venezuela...
Se puede sospechar que los reproches no serán muy diferentes en cuanto a lo esencial, aun sabiendo que las necesidades de telecomunicaciones en países en vías de desarrollo como los centroamericanos son básicas en comparación con las de España y otras zonas metropolitanas de Latinoamérica.
Se sabe que toda empresa está para ganar dinero, que una corporación global como Telefónica no es precisamente una ONG, pero bueno sería que esto se hiciera interiorizando y transmitiendo la idea de que todo es posible trabajando por el progreso de las sociedades y no solo por "la pasta" para los elegidos. ¿Suena así el timbre de Telefónica?
Sin embargo, detrás de estas cifras qué hay. Probablemente, nadie puede negar que esto es posible porque se está haciendo una buena gestión empresarial en los múltiples segmentos del negocio telefónico que desarrolla. Seguramente, detrás de este éxito está el acierto que en su momento supuso dar el paso de empresa nacional a corporación transnacional. Es posible que también contribuya mucho al éxito, que se repite año tras año, las alianzas estratégicas con otras multinacionales, fabricantes y suministradores de equipos de alta tecnología en el sector de la telemática, y con numerosas partenairs. Y, sin duda alguna, su éxito de ahora y de antes, está cimentado en la capacidad y esfuerzo de todos sus trabajadores -españoles y no españoles-, un formidable capital humano muchas veces denostado injustamente.
Sin embargo, Telefónica no escapa a las críticas feroces que desde la sociedad se hace a toda corporación empresarial de estas dimensiones. Porque, si en España ha de soportar juicios desfavorables como operador dominante, que no termina de dar el impulso decisivo a la generalización de la sociedad de la información en este país, deseable sería conocer los detalles críticos que los ciudadanos la dispensan en países como Brasil, Argentina, Chile, Perú, en Centroamérica, Venezuela...
Se puede sospechar que los reproches no serán muy diferentes en cuanto a lo esencial, aun sabiendo que las necesidades de telecomunicaciones en países en vías de desarrollo como los centroamericanos son básicas en comparación con las de España y otras zonas metropolitanas de Latinoamérica.
Se sabe que toda empresa está para ganar dinero, que una corporación global como Telefónica no es precisamente una ONG, pero bueno sería que esto se hiciera interiorizando y transmitiendo la idea de que todo es posible trabajando por el progreso de las sociedades y no solo por "la pasta" para los elegidos. ¿Suena así el timbre de Telefónica?
2 comentarios:
Paso a paso su blog, su portada, va mejorando. Ánimo. Y qué decir de su perfil, para enmarcarlo Sr. Bárcenas. Enséñenos muchas cosas, deje en sus artículos siempre una pregunta sencilla de profesor a alumno.w
DIGO UNA COSA UNA EMPRESA QUE TIENE UN SUPER HAVIL,COMO PUEDE SUBIR SUS TARIFAS ,CREO QUE ES POR PURO VICIO DE SUBIR,NADIE NOS DEKJA RESPIRAR
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