viernes, 20 de junio de 2008

El PP busca la unidad y el centro político


El Partido Popular (PP) celebra su XVI Congreso nacional en Valencia durante este fin de semana. Los populares buscan conseguir dos objetivos inmediatos: alcanzar la unidad definitiva del partido por un lado, y una nueva estrategia de acercamiento al centro político por el otro.
La propuesta de nueva dirección del anterior presidente y único candidato para esta futura etapa, Mariano Rajoy, significa una fuerte renovación de personas que deben diseñar un proyecto menos derechista que en la fase anterior que les llevó a la derrota en las elecciones generales del pasado nueve de marzo.
Sin embargo, tras el frío saludo del presidente honorario del PP al llegar al congreso, José María Aznar, a su elegido como sucesor hace casi cinco años, Rajoy, los tiempos pacíficos y de unidad no se auguran como previsibles. El ex-presidente Aznar y un amplio grupo que se encuentra en su órbita política, defensores de estrategias mucho más duras -no han logrado apoyos para presentar una candidatura alternativa-, no parece que se vayan a conformar con que el dominio del partido por Rajoy y su nuevo equipo sea algo pacífico en el futuro. Está por ver que las batallas internas de los populares terminen a partir del próximo lunes, tras el cierre del congreso y el triunfo previsto por amplia mayoría de Mariano Rajoy.
Por otro lado, también vamos a poder comprobar muy pronto si la política de esta nueva dirección rebaja la tensión y la crispación, que fue estrategia única del PP durante los últimos cuatro años que estuvo en la oposición.
La realidad es que Rajoy, por fin, podrá implantar su propio proyecto político sin ataduras del pasado y que Javier Arenas y Francisco Camps, presidentes de los populares en Andalucía y Comunidad Valenciana respectivamente, se constituyen en hombres fuertes del PP desde su poder en la periferia.
Buena falta hace que una derecha moderna, europea, se consolide en nuestro país. Si Rajoy lo consigue habrá hecho una gran contribución a la nación. Es una cuestión fundamental para evitar que "las dos españas" permanentemente enfrentadas se constituyan en fundamentos estructurales de la España contemporánea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los de derechas siempre serán de derechas aunque cambien la máscara.
Se pasan todo el tiempo viajando al centro y nunca llegan. Eso da una idea de en qué posición "derechosa" tan distante se encuentran.

Anónimo dijo...

Yo soy de derechas y estoy muy derecho a costa de los torcidos de los de la izquierda. Ustedes viajan todos los días de 6 de la mañana a 9 de la noche y esto da idea de la situación en la que se encuentran.