martes, 24 de junio de 2008

Quo vadis Europa


La falta de liderazgo, el dominio de las fuerzas políticas conservadoras, la derrota de las clases trabajadoras y sus representantes, la apatía de la ciudadanía europea... son algunas de las múltiples y complejas causas que permiten el recorte de derechos y libertades en Europa y la están haciendo retroceder a las épocas más sombrías del siglo XIX.
El sistema capitalista neoliberal anglosajón -paradójicamente, el Reino Unido, su adalid, es el país menos europeísta de la UE- se está imponiendo al capitalismo renano, el de base keynesiana.
Por otro lado, el dominio ideológico de los neocons y el apoyo a sus tesis de la industria militarista norteamericana, así como la presión de los organismos internacionales dominados por los estadounidenses y el seguimiento del modelo de capitalismo salvaje por parte de las corporaciones transnacionales, han convertido a Europa en un espacio dominado por la derecha más conservadora y están consiguiendo evitar la consolidación de un proyecto político regional como el que pretendía ser la Unión Europea.
Por ello en Europa vemos como se están dando pasos hacia atrás en aspectos tan trascendentales como son los derechos humanos y los derechos sociales de los ciudadanos y personas que viven dentro del espacio de la Unión.
Estas son algunas de las últimas acciones que confirman tal percepción negativa:
- Directiva que permite la semana laboral de hasta 65 horas semanales. El establecimiento del horario se deja en manos de una negociación directa -que siempre será asimétrica- entre empresario y trabajador. La protección del trabajador por los poderes públicos quiebra con este proyecto de directiva. Los derechos laborales adquiridos después de una larga y dolorosa lucha de los trabajadores por su liberación se ven en peligro de un plumazo.
- Directiva de retorno de inmigrantes ilegales a sus países de origen -o a otro país distinto, incluso niños- tras poder ser recluidos por orden administrativa en centros públicos (no cárceles, dicen eufemísticamente), con intervención judicial a posteriori, por un periodo de hasta 18 meses. Una directiva que se está conociendo como "de la vergüenza", y todo eso en el espacio europeo que ha sido paladín de la defensa de los derechos humanos en el mundo. Lo peor es que este proyecto aprobado en el Parlamento Europeo lo han votado, también, diputados socialistas.
- Por razones de seguridad nacional, en Gran Bretaña puede un presunto terrorista ser detenido administrativamente, es decir, sin acusación y sin pasar a disposición judicial, y permanecer en esa situación hasta 48 días. El derecho fundamental de "Habeas corpus", uno de los pilares básicos del Estado de derecho, queda proscrito de un plumazo en el Reino Unido y mucho nos tememos que pronto se va a generalizar en el resto de Europa si nadie pone remedio.

- En Italia, con el ascenso de Berlusconi al poder, los inmigrantes, gitanos y demás personas ilegales se han convertido en delincuentes a los que se les aplicará leyes penales especiales. Pero, además, por si la perseguida justicia italiana tuviera la tentación de condenar al Cavaliere en alguno de los procesos judiciales que tiene abiertos por corrupción, su Gobierno ha tramitado una "pseudoley de amnistía", aprobada por el Senado, utilizando la expeditiva solución de eliminar todos los procedimientos judiciales de "cuello blanco" anteriores al 30 de junio de 2002, fecha límite que engloba todos los juicios que todavía están abiertos contra el actual Pimer Ministro italiano. Un auténtico disparate propio del más horrendo dictador del mundo subdesarrollado.

- Los controles que, por razones de seguridad, sufren los ciudadanos en los aeropuertos europeos acaban por convertirse en formas de humillación y subvaloración de su dignidad.

- Seguimiento dócil de Europa en la aventura militarista de Estados Unidos contra el Islam. Incluyamos en este paquete los vuelos de aviones de la CIA, con detenidos sin puesta a disposición judicial, por espacios aéreos de estados europeos, y cárceles secretas -otros "Guantánamos " en Europa- al efecto en Polonia y Rumanía.

- Finalmente, para que la carreta europea siga teniendo dificultades para avanzar hacia la verdadera unión política, el último palo en la rueda lo ha colocado Irlanda con su "No" en el referendo del Tratado de Lisboa, que intentaba superar algunas trabas que la fallida Constitución Europea presentó para su aprobación popular en Francia y Holanda.



La realidad es que no sabemos a dónde vamos. Y lo peor es que nos permitimos ir dando lecciones de ética y humanismo por el mundo. ¡Ay, Europa del alma!



1 comentario:

Anónimo dijo...

Las élites políticas europeas no explican lo que hacen y dejan a los ciudadanos marginados, sin que puedan opinar.
No es extraño que ocurra lo que está ocurriendo, más aún si es la derecha conservadora quien lleva las riendas en la UE.