La selección española de fútbol ganó anoche a Italia, en Viena, en la tanda de penaltis (4-2), y se clasificó para las semifinales de la Eurocopa que se está celebrando en Suiza y Austria, superando así el maleficio que tradicionalmente persigue a "la roja" para pasar de cuartos de final en competiciones mundiales o europeas. El partido, incluida la prórroga, finalizó sin goles.
Fue un choque muy trabado e igualado. Por una vez, después de 80 años, el combinado español pudo ganar a la actual campeona del mundo a base, sobre todo, de inteligencia en la gestión del juego -en esta ocasión no es preciso hablar del coraje y entrega de nuestros jugadores, que también- porque Luis Aragonés diseñó una forma de jugar donde el control y el toque de balón hasta encontrar huecos fueron sus principales cualidades. Por una vez, la cabeza primó sobre el corazón.
El estilo italiano fue el de siempre: muy buena línea defensiva, conectada con el centro del campo y un delantero -Lucatoni- como única avanzadilla permanente. Pero en esta ocasión no tuvieron la suerte que acompaña a Italia en este tipo de competiciones.
En la selección española destacó Casilla, especialmente por haber detenido dos de los penaltis lanzados por los italianos. Sin embargo, a lo largo del encuentro, destacaron el defensa Pujol, el medio centro Sena, el cerebro del equipo, Xavi, hasta que fue sustituido, y el media punta Silva que, siendo aún tan joven, demostró gran soltura y desparpajo contra los mejores del mundo.
Ahora a los españoles les espera Rusia en semifinales, partido que se celebrará también en Viena el próximo jueves a partir de las nueve menos cuarto de la noche.
España sale del infierno de los cuartos por primera vez desde 1984 y se prepara para tocar el cielo. La esperanza de los aficionados se ha disparado pero el corazón lo siguen teniendo en un puño.
1 comentario:
Alguna vez tendría que sonar la flauta por casualidad. Con todo lo que ganan ya podían darnos más alegrías estos deportistas de élite.
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