La Audiencia Nacional ha emitido sentencia por el cierre del periódico Egunkaria que se produjo en el año 2003. Me alegro de que esté demostrado que no tenía relación con Eta y que, por tanto, sus responsables hayan salido absueltos. Hablar euskera no es sinónimo de ser etarra.
Me apeno cuando se cierra un medio de comunicación, sea de la tendencia que sea, algo impresentable en una democracia. La libertad de expresión es uno de los pilares básicos del sistema democrático, es, por así decirlo, 'la prueba del algodón de la democracia y del estado de derecho'. Y también siento dolor cuando, en casos como éste, veo a muchos periodistas jalear y aplaudir el cierre desde el primer momento, aun sabiendo que no había suficientes indicios de que la dirección estuviera sometida a los dictados de la banda terrorista Eta.
El Fiscal se opuso a las querellas por entender que no había delito, pero, a pesar de ello, la Audiencia ha dilatado en exceso el juicio y la publicación de la sentencia. Exijimos a la Justicia rapidez para juzgar casos como éste. ¿Quién restituye a los afectados tras siete años de incertidumbre y de haberles quebrado su forma de vida? El Estado debería indemnizarles, es de justicia.
Dignidad y Justicia (DyJ) y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) -tan próximas a postulados de la derecha más conservadora española- que interpusieron las querellas, deberán asumir su responsabilidad que no debe circunscribirse al pago de las costas.
El resumen de la sentencia nos lo presenta Ignacio Escolar en su blog. Aquí os dejo el enlace.
Que no vuelva a ocurrir nunca más un hecho como éste.
El resumen de la sentencia nos lo presenta Ignacio Escolar en su blog. Aquí os dejo el enlace.
Que no vuelva a ocurrir nunca más un hecho como éste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario