jueves, 22 de abril de 2010

Evo, el pollo, los homosexuales y los calvos

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Evo Morales, el presidente de Bolivia, ha dado en el clavo. Dice, "cuando hablamos del pollo... el pollo que comemos, está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres, cuando comen este pollo, tienen desviaciones en su ser como hombre". Y añade, "en Europa, casi todos son calvos por lo que comen".






Evo Morales hacía estas declaraciones con motivo de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra desarrollada en la localidad boliviana de Tiquipaya, cerca de Cochabamba.
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Culpó a la ingesta de los alimentos transgénicos como causante de esos males. Puso en contraposición al capitalismo con la existencia de la madre tierra, denunciando los excesos del primero y los efectos perniciosos que provoca la muerte de la segunda.
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Ya sabemos que detrás de esta anécdota se encuentra el debate estructural de la globalización: uniformización universal capitalista contra autodeterminación de pueblos y comunidades. Cuestión peliaguda donde las haya, porque la ideologización extrema hace imposible encontrar el punto de equilibrio y de acuerdo necesario para facilitar el progreso de las múltiples y diversas sociedades de la tierra.
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Claro que el día que se nos impida comer pollo, la única carne todavía al alcance de los extenuados bolsillos de los sufridores de la crisis, el billete hacia el otro lado de la vida está garantizado.Y allí, según dicen, 'al cabo de unos años, todos calvos', incluso quienes nunca comieron pollo. ¡Ah!, y todos iguales, independientemente de la opción sexual que cada cual haya disfrutado en vida.
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Pero dejémonos de dramas y hagamos caso a Evo, al menos aquellos que todavía no padecemos alopecia, no vaya a ser que pronto nos canten aquello de 'que se mueran los calvos' (¿o eran los feos?; si es así, presidente Morales, aplíquese el cuento).
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2 comentarios:

Unknown dijo...

Javi, estás en plena forma, dejo un día de visitar tu blog y me cuelgas una pila de posts... Ayer cuando oí lo de este tío en la "tele" no pude menos que reír... ¡Ya le he dicho a mi señora que no me ponga más pollo para comer! ¿Me volverá a crecer el pelo?

Javier dijo...

No. Y menos aún el femenino del animal objeto de controversia. Díselo a tu señora. Así que 'ajo y agua'. Cuídate.