viernes, 23 de abril de 2010

El otro Samaranch

. Samranch, junto a Martín Villa, celebrando el Alzamiento Nacional del 18 de julio, cuando era gobernador civil de Barcelona.

El incienso ha obnubilado las mentes de aquellos que han seguido reverencialmente las exequias del último gran patrón del olimpismo mundial. La prensa, tanto escrita como los medios audiovisuale, ha dejado en el baúl de los recuerdos los códigos deontológicos que constituyen los cimientos de su credibilidad. Sólo ha sido posible conocer la auténtica biografía -que no hagiografía- de Juan Antonio Samaranch, fallecido a los 89 años, presidente honorario del Comité Olímpico Internacional (COI), a través de algunos medios alternativos, especialmente aquellos que utilizan la red para su difusión: páginas web, blogs, redes sociales...

La realidad es que Samaranch fue durante toda su vida el 'gran camaleón'. De angelito muy poco o nada. Nació burgués pero pronto se transformó en falangista. Tras la guera civil tuvo una prolongada vida política dentro del régimen franquista hasta que, al llegar la Transición, emprendió el viaje hacia la categoría de demócrata ayudado por el ínclito 'demócrata de toda la vida', Rodolfo Martín Villa.


Los 'méritos' al frente del Comité Olímpico Internacional (COI) han sido dos esencialmente: por un lado, convertirlo en una multinacional coordinadora de otras multinacionales a quienes lo único que importa es la 'pasta' -es su naturaleza- y, por otra parte, no enterarse de la corrupción y los tejemanejes que se tejieron durante mucho tiempo, dejando el llamado 'espíritu olímpico' a merced del lodazal creado alrededor del deporte con todo el dinero de las multinacionales. ¿Y el deporte de base? Nunca tuvo importancia para estas elites mundiales. ¿Acaso esperábamos lo contrario?

Además, no siempre se olvidó de su familia. Para que la saga se perpetúe en el machito del deporte internacional cual monarquía absoluta en tiempos modernos, ya dejó colocado a su hijo, Juan Antonio Samaranch Salisachs, en el Comité Olímpico Español (COE) para que la saga se perpetúe. No sabemos qué cargo ostenta salvo el de 'ser hijo de' que debe ser muy importante. Ya verán qué pronto asciende.
Mientras tanto, sigan siendo deportista y no se olviden del 'fair play'.



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