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El ex-fiscal Carlos Jiménez Villarejo hizo ayer, en el acto organizado por los sindicatos CCOO y UGT en la Universidad Complutense de Madrid en defensa del juez Garzón, un rotundo alegato a favor de la Democracia, del Estado de derecho y de la Justicia en España.
La intervención de Carlos Jiménez Villarejo ha sido enérgica, dura, pero plena de argumentos fundados en los principios democráticos. Que nadie se equivoque: aquí no está en juego el hecho de que un juez más o un juez menos sea suspendido de sus funciones por presunta prevaricación. Aquí lo que nos jugamos es que un reducto franquista, con mucho poder en ciertas estructuras importantes del Estado, doblegue al Poder Judicial apoyándose en algunos magistrados que comulgan con sus ideas fascistas y que aún están incrustados en esas poderosas instituciones.
Si esto llegara a ocurrir, el melón de la impunidad para estos grupos fascistoides y para aquellos otros pertenecientes a la delincuencia organizada, a los poderosos económicos... quedaría abierto y a su merced. ¿Qué juez se atrevería a investigar casos como la trama Gürtel, los crímenes de lesa humanidad, los presuntos delitos de tráfico de drogas, las mafias...?
Si la Justicia emana del pueblo, ya es hora de que se acometa la democratización del Poder Judicial, una de las asignaturas pendientes de la Transición española. Es urgente.
Mientras tanto, ¡muchas gracias, Carlos!
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