La sociedad cambia a toda velocidad. No hay quien la pare. Narciso está haciendo estragos entre los hombres, que ya no tienen reparo en presentarse cada vez más guapos ante los demás. Están superando ese patrón cultural que se resume en aquella conocida frase, burda pero efectista: "el hombre como el oso, cuanto más feo más hermoso".
Ahora no, qué va. Según he podido oír en alguna radio recientemente -el reportaje se basaba en un informe de la empres Gillette-, resulta que el "macho ibérico" también se maquilla, se da sombras, se arregla las pestañas, se pone toda clase de cremas, se pinta los labios, luce pendientes, se depila el pecho, los brazos, las piernas,... Y, encima, estamos a la cabeza de Europa en esto (¿los segundos?), para que luego digan que no "pintamos" nada en el mundo.
Y todo, supongo, para sentirse bien a sí mismo.
Si fuera por narcisismo, veamos lo que dice al respecto el Diccionario Larousse de Filosofía: "narcisismo, admiración excesiva por la propia persona", y continúa con un resumen sobre el mito de Narciso que relato a continuación: "Cuenta una leyenda de la Antigüedad que Narciso vio su propia imagen reflejada en las aguas de una fuente, se extasió al verla y, desesperado al no poder asir aquel doble de sí mismo, languideció y murió. Se dice que hay narcisismo patológico cuando el sujeto está realmente prendado de sí mismo y cuando todas sus energías afectivas se concentran en la propia persona".
Visto lo anterior, puede que la cosa no vaya por este camino y, por si acaso, suelto la pregunta. ¿No será que el hombre se preocupa mucho de su estética para convertirse en un "metrosexual" irresistible? Si así fuera tal vez comience a preocuparme. Me temo que esto sería ir hacia atrás, porque la "metrosexualidad" está muy cerca de convertirse en otra variante o en otra forma de alimentar el machismo. Espero que no tome esa dirección.
1 comentario:
Simplemente el maquillaje es un recurso de atracción. Es aparentar SER / TENER más que lo que se ES ó TIENE.
Los hombres claro que se maquillan; ya no solo lo hacen los artistas, presentadores. Imaginemos que les da por maquillarse todos o casi todos los días a los currantes, que somos la inmensa mayoría. Llegaríamos más tarde al trabajo, e igual que las mujeres, aprovecharíamos el espejo retrovisor de nuestro coche para echarnos unos polvos, y en la parada semáforo en rojo, nos daríamos unos tintes, que los hay, en el bigote y barba.
Los más pudientes acuden a las peluquerías a hacerse el manicure.
Veremos esta noche a dos candidatos, obedeciendo a su respectivo asesor de imagen, antes de salir en la tele, completamente cambiados de color y tendenZia.
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