martes, 8 de abril de 2008

La España decente de Zapatero


Se está celebrando en el Congreso de los Diputados español el debate de investidura para Presidente del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que fue el grupo más votado en las elecciones legislativas del pasado 9 de marzo.
La "idea de España" del candidato a Presidente que ha repetido insistentemente en su discurso de investidura se ha centrado en expresar su disposición a seguir trabajando para conseguir que nuestro país sea una "España decente", queriendo decir con ello que buscará la manera de que sea una nación moderna, progresista, solidaria, plural...
Tras exponer cuáles son los problemas y retos a que el país se enfrenta en esta legislatura que comienza, ZP ha desglosado una serie de propuestas de política económica -algunas de aplicación inmediata- para acometer la desaceleración por la que estamos pasando y que acabará instalándose durante meses. A este respecto, destacar que el candidato ha manifestado su voluntad de no optar por la bajada de impuestos, como muchos sectores del liberalismo conservador le exigen, y que un objetivo económico básico va a ser el incremento de la competitividad.
Zapatero elige profundizar en la solidaridad porque piensa que no se puede dejar a nadie abandonado a los efectos de la recesión económica, y está convencido de que desde la solidaridad también se puede impulsar la salida de la crisis.
El discurso del aspirante a presidir el Gobierno ha sido eminentemente socialdemócrata. Más de un tercio del discurso lo ha dedicado a plantear políticas sociales que piensa poner en práctica, con una declaración de principios general: "No se recortarán los derechos sociales". Además, ha expresado repetidas veces su compromiso de consensuar con los agentes sociales -sindicatos y empresarios- todas las iniciativas de gobierno que vaya a poner en marcha en este sentido.
Por otro lado, en relación con el terrorismo, ZP ha pedido el consenso con todas las fuerzas de la oposición, especialmente con el Partido Popular que logró en las elecciones del 9-M una representación muy importante en la Cámara.
Asimismo, ha ofrecido diálogo y búsqueda de acuerdos con todas las fuerzas políticas para seguir avanzando en el desarrollo del Estado Autonómico, en el marco de la Constitución y las leyes. En este sentido es preciso señalar que, en el caso de obtener la confianza del Congreso, Zapatero se compromete a publicar las balanzas fiscales en el plazo de dos meses, y propondrá una nueva ley de financiación de las Comunidades Autónomas y de las entidades locales, para lo que ha solicitado el consenso con las demás grupos del Parlamento.
Finalmente ha expresado su firme voluntad de acabar con la crispación política -que fue el común denominador en la pasada legislatura-, y de alcanzar pactos de Estado en materias como el terrorismo (le ha ofrecido directamente al líder de la oposición, Mariano Rajoy, su disposición a alcanzar consensos en esta materia tan sensible políticamente), establecer objetivos para la Presidencia de la Unión Europea que ostentará España en el primer semestre de 2010, renovación del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder General y el ya citado nuevo sistema de financiación autonómica y local.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

El Sr. Rodríguez Zapatero, en su discurso de investidura-blanda- nombró a España por lo menos cuarenta veces.
"gobierno de España", "clara idea de España", "prosperidad de España", "país unido y diverso como es España", "una España más segura", España, España.
Muy bien D. José Luis.

España empieza otra vez a llamarse España.

Anónimo dijo...

Mientras en Irlanda celebran el décimo aniversario de los Acuerdos de Viernes Santo, en el Estado español Rodríguez Zapatero se presentaba ante el Parlamento para inaugurar su segunda legislatura como presidente. Su alocución no ha traído novedad alguna respecto al conflicto que enfrenta los intereses del Estado a los de Euskal Herria. En sus réplicas a PNV y NaBai ha dejado además bien claro que más que colaboración les ofrece tutelaje. En esa línea, tanto él como sus colaboradores han comenzado a utilizar para con los jelkides el lenguaje que durante el fallido proceso utilizaron con la izquierda abertzale -calificando la postura de Arrasate como «un paso positivo», alabando a un líder cesado por el partido, dándoles tiempo...-. Todo ello con un tono de soberbia que en momentos roza el menosprecio. Poco queda, pues, de aquel Zapatero que puso a Blair como ejemplo a seguir. Su discurso se torna así en un discurso más épico que político, más retórico que real. Porque él bien sabe que, tarde o temprano, «nuestro día llegará». Y no será con esa épica ibérica y pseudoliberal, sino, como en Irlanda, por medio de un acuerdo político.

Anónimo dijo...

Español es aquel que no puede ser otra cosa. Y lo dijo nada menos que un antecesor ideológico del sr. Rajoy, el sr. Cánovas del Castillo. Con la patria se moviliza a lo peor de cada sociedad, al lumpen iletrado y acomplejado. En cualquier caso me da igual lo que diga o haga Rajoy porque indudablemente y por méritos propios la patria es suya, lo que me aterra es ver que ZP le sigue en esa deriva monstruosa y juegan los dos a ver quién es más patriota, es decir, más tonto, más iletrado, más acomplejado

Javier dijo...

Contesto al primer anónimo:
Me parece excelente su redacción, algo poco habitual en estos foros.
Respeto su opinión e ideología política pero creo que el argumento irlandés está pasado de moda. ¡Ya quisieran los irlandeses del norte disfrutar de los instrumentos políticos y jurídicos que tienen los vascos para desarrollar su proyecto! Ellos hacen al revés: ponen de ejemplo a Euskadi en sus reivindicaciones al Reino Unido.
Los "Acuerdos de Viernes Santo" entre el País Vasco y el Estado se sellaron con la Constitución de 1978 y el Estatuto de 1979. Todo es susceptible de cambio pero no parece que la sociedad vasca esté por la labor de rebasar ese marco hacia la independencia (ni hacia un nuevo centralismo; los caminos son de ida, pero también podrían ser de vuelta).
Por otra parte, se observa que los vascos manifiestan con bastante claridad sus identidades -me gusta más hablar de ciudadanía pero admito el concepto- elección tras elección. En las autonómicas parece que se identifican como vascos; en las generales como españoles; en las locales se inclinan por la primera identidad en las poblaciones pequeñas y rurales, mientras que eligen la segunda identidad en las zonas más urbanas -con las excepciones que conocemos-,al menos eso parece.
De todas formas, todo se puede discutir, incluso la posibilidad de que cuando llegue "nuestro día", también llegue el día de Álava, y quizá el de Las Encartaciones, y el de...
Un panorama sombrío que confío nunca llegue.
Puede que dentro de varias décadas todos nos diluyamos en una gran Unión Europea y este debate decaiga por sí solo pero, mientras eso ocurre...

Javier dijo...

Contesto al segundo anónimo:
Nunca he oído a Zapatero hablar de patria.
Por otro lado, aunque a mí no me gustan las patrias en el sentido que se le ha dado hasta ahora, respeto a aquellos que prefieren identificarse como patriotas y nunca les asociaría con los iletrados, acomplejados y, menos aún,con el lumpen.
En todo caso, tampoco me "ponen" las frases dogmáticas, por muy ilustre que sea o esté considerado un personaje como Cánovas, que vivió en una época muy diferente a la nuestra.
Es una trampa utilizar para este asunto, y ahora, la frase que atribuye a Cánovas. Lo puede comprobar si enlaza con esta dirección:
http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=160.

Anónimo dijo...

Verdadera definición de política:

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense.

Anónimo dijo...

"Los "Acuerdos de Viernes Santo" entre el País Vasco y el Estado se sellaron con la Constitución de 1978 y el Estatuto de 1979. Todo es susceptible de cambio pero no parece que la sociedad vasca esté por la labor de rebasar ese marco hacia la independencia " RESULTADOS ??? NO CREO QUE ??? vaya tufillo liberal-democrata-reconvertido. y miesntras eso ocurre.... que?

Anónimo dijo...

Para tu chocolate espeso, Barcenas
1.Euskadi, al menos en su actual y menguada dimensión de los tres territorios históricos, rechazó la Constitución española y se configura con una rotunda sustancia nacional.
2. Por tanto, como ente nacional, o sea, en este caso no español, tiene perfecto derecho a reclamar una dinámica constituyente, que sólo se puede negar por Madrid mediante una determinación política de raíz colonial. Madrid trata a Catalunya y a Euskadi, sobre todo, mediante una exhibición indignante de violencia, como últimas tierras coloniales que le quedaron tras lo que debiera tenerse por aleccionador drama de finales del siglo XIX.. La riada de violencias que sufre el pueblo vasco ha alcanzado un clamoroso e indignante volumen. Si el pueblo español reclama los sempiternos valores de nobleza, humanidad y libertad en que se recrea cotidianamente, no puede seguir apoyando las vilezas de un poder con antecedentes tanto inmediatos como históricos que le deslegitiman radicalmente. Así como se dice arteramente que el nacionalismo radical -esto es, el nacionalismo, sin más- impide una correcta socialización de la vida vasca, el nacionalismo español, alimentado por unos gobiernos tardo autocráticos, impide que en la Península ibérica se pueda desarrollar una vida pacífica y verdaderamente progresista. Con leyes sin Derecho en su entraña y con una acción jurisdiccional que ha convertido a tantos tribunales en simples agresores de la nación vasca, los gobiernos españoles -minados por un soterrado terror a la libertad- se han convertido en el obstáculo fundamental para las libertades que solemos llamar de Derecho natural, que son las que convierten a la humanidad en un familia superior, según se dice, dentro de la innúmera república de las especies.
La Constitución del 78 fue alumbrada en un momento emocional que ya la convertía en lábil y poco duradera si se razonaba con un mínimo sentido común. Fue una constitución no a favor de la ciudadanía (Javi Barcenas) del Estado español, sino una carta magna para celebrar la muerte del sangriento dictador que tuvimos durante cuarenta años, con el sabido recurso al ruido de sables, que impidió un verdadero debate constitucional.
Necesita España una constitución que tenga en cuenta dos cosas: que la mayoría conseguida por votantes españoles, a efectos de convalidación de leyes, no debe contar en dos naciones que no se consideran España como patria suya -pues ahí está la gran cuestión- y, después, que la ley fundamental no puede privar a un pueblo de su capacidad para seguir disponiendo de sus deseadas y nuevas legislaciones, incluso la primera y más importante, que es la constitucional.

Anónimo dijo...

JAVI BARCENASSSSS¡¡¡¡¡¡
PRIMERO: En 1978, tras más de 40 años de dictadura del general Franco en el estado español y tres de intentos de reforma y de contestación social especialmente aguda en Euskal Herria, varias fuerzas políticas españolas (UCD, PCE, PSOE, etc.) negociaron una texto constitucional que ofrecieron en referendum a los Pueblos del estado español para su aprobación o rechazo.

SEGUNDO: En ese referendum se planteaban 4 opciones: SI, NO, VOTO EN BLANCO, NULO y ABSTENCION.

TERCERO: El SI fue apoyado por las fuerzas políticas españolas UCD, PCE, PSOE en todo el Estado español, y por las bases sociales de AP en Euskal Herria,- o al menos así lo afirman dos fuentes abertzales-, apoyando AP sin embargo en España el NO.

CUARTO: En Euskal Herria las fuerzas dispersas alrededor de las dos ramas de ETA pidieron el NO, y EAJ-PNV apoyó la abstención.

QUINTO: Hubo muchos votos en blanco en Euskal Herria(55.000), que generalmente se interpretan por el anarquismo como un rechazo a todas las opciones presentadas al referendo y por otros como un apoyo al proceso y al resultado que surja mayoritario.

SEXTO: Se observa una posición claramente diferente en relación al SI entre el resultado del referendum en Hego Euskal Herria y en el conjunto del Estado español.

CENSO % sies
-. Araba............................. 173.000 42,3%
-. Bizkaia........................... 875.936 31,1%
-. Gipuzkoa....................... 504.480 27,7%
-. Nabarra......................... 361.243 50,4%

Hego Euskal Herria: 1.913.980 34,6%

Estado Español: 26.632.000 59%
Cuando se expone a la aprobación o rechazo público una ley fundamental, cual es una constitución política, después de 40 años de dictadura militar, la abstención masiva y mayoritaria en esa convocatoria de una nacionalidad concreta tiene un significado tan trascendente como lo es el proceso y contenido político que anima el referendum, si además esa nacionalidad fue especialmente negada por esa dictadura militar como es el caso de la nacionalidad vasca-, la victoria de la abstención tiene un diáfano significado de rechazo no solo a esa constitución ofrecida, por sus contenidos, sino también al proceso mismo cómo se ha gestado, por sus formas, en este caso el proceso constituyente español llamado la Reforma o la Transición.

ETA y otras fuerzas de izquierda abertzale llamaron, efectivamente, al NO bajo el lema “Konstituzio honi EZ/NO a esta Constitución”. Fuera fruto de la desorientación política o de una táctica razonada, este posicionamiento conlleva en el fondo un rechazo menos profundo y menos extenso que el de la abstención popular, masiva y mayoritaria, por el hecho de que, en términos políticos, decir “Konstituzio honi EZ/No a esta Constitución” admite una relación de unidad de contrarios, al admitir el proceso participando en él aunque sea con una negación directa del principal contenido, mientras que, por su parte, la abstención masiva y mayoritaria no admite esa unidad de contrarios, se autodesconvoca de ella, y niega toda relación de unidad en contenido y formas con el proceso, es decir, lo rechaza saliéndose físicamente como sujeto del conjunto del proceso constituyente español.

Con otras palabras, el Pueblo Vasco, Euskal Herria, ha rechazado la Constitución española del 78 con una elegancia y profundidad pasmosa, y es muy ingenuo el mantener que semejante varapalo del Pueblo Vasco a la Constitución española significa un asentimiento a ella, podemos desbarrar, es cierto, diciendolo, pero es una fantasía que se desmorona ante los datos. Otra cosa es sí ese rechazo tan contundente gusta o disgusta, o si es capital político de una u otra fuerza política concreta y cómo hay que desarrollarlo, en mi opinión no es patrimonio de ningún partido en concreto sino del conjunto de Euskal Herria, al ser, por decirlo así, la afirmación de un sujeto nacional.