La llama olímpica apagada en París por los derechos humanos

Las protestas de los tibetanos, chinos y demás activistas por la liberación de Tíbet y la aplicación de los derechos humanos en China han conseguido que la llama olímpica haya tenido que apagarse "por razones técnicas" según la policía de París, y trasladarse en autobús tras intentar repetidamente la carrera de los diferentes relevos portadores de la antorcha de acuerdo con el programa establecido. También el ayuntamiento de la capital francesa ha tenido que suspender el acto protocolario que tenía programado para recibir al fuego olímpico.
Por otro lado, con motivo de la llegada de la llama olímpica prevista para pasado mañana a San Francisco, tres activistas pro tibetanos se han subido al Golden Gate y han colgado banderas de Tíbet y dos grandes pancartas que piden la libertad para este país anexionado por China en 1951.
Parece que la larga excursión mundial de la antorcha que simboliza a los juegos olímpicos no se va a librar, en esta ocasión, de las protestas pro derechos humanos en China y libertad para Tíbet al menos en su recorrido por los países libres. Así ocurrió también ayer en Londres.
Aunque las autoridades chinas tratan de minimizar estos incidentes, la realidad es que algunos gobiernos de países occidentales están barajando la idea de hacer algún gesto simbólico significativo en favor de la libertad en China y para los tibetanos. El resultado puede ser el boicoteo por estos gobiernos de la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos, absteniéndose de presentar máximas autoridades que representen a sus correspondientes países.
En todo caso, los derechos humanos son el mínimo común denominador que hace posible la convivencia civilizada. Mal harán las autoridades chinas si no dan importancia a estas protestas que pueden extenderse al interior de su vasto territorio y, entonces, la llama olímpica sí que será verdaderamente apagada por la fuerza del viento beneficioso de la libertad.