A los siete años:
Papá es un sabio, todo lo sabe.
A los catorce años:
Me parece que papá se equivoca
en alguna de las cosas que dice.
A los veinte años:
Papá está un poco atrasado en sus teorías,
no es de esta época.
A los veinticinco años:
El viejo no sabe nada...
está chocheando decididamente.
A los treinta y cinco años:
Con mi experiencia,
mi padre a esta edad, hubiera sido millonario.
A los cuarenta y cinco años:
No sé si ir a consultar este asunto con el viejo,
tal vez pueda aconsejarme.
A los cincuenta y cinco años:
¡Qué lástima que se haya muerto el viejo,
la verdad es que tenía unas ideas y una clarividencia notables!
A los setenta años:
¡Pobre papá, era un sabio!
¡Qué lástima que yo lo haya comprendido tan tarde!
Roger Patron Lujan
Papá es un sabio, todo lo sabe.
A los catorce años:
Me parece que papá se equivoca
en alguna de las cosas que dice.
A los veinte años:
Papá está un poco atrasado en sus teorías,
no es de esta época.
A los veinticinco años:
El viejo no sabe nada...
está chocheando decididamente.
A los treinta y cinco años:
Con mi experiencia,
mi padre a esta edad, hubiera sido millonario.
A los cuarenta y cinco años:
No sé si ir a consultar este asunto con el viejo,
tal vez pueda aconsejarme.
A los cincuenta y cinco años:
¡Qué lástima que se haya muerto el viejo,
la verdad es que tenía unas ideas y una clarividencia notables!
A los setenta años:
¡Pobre papá, era un sabio!
¡Qué lástima que yo lo haya comprendido tan tarde!
Roger Patron Lujan
1 comentario:
Debe ser ley de vida eso de llegar siempre tarde a saber lo que verdaderamente es importante en este mundo. Habrá que conformarse.
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